miércoles, 10 de agosto de 2011

Siglo 21, siglo de las mentiras

Siglo 21, siglo de las mentiras.

Aquí estoy sentado en mi teclado, del ordenador, preguntándome después de haberme bebido mi whisky de antes de dormir, ¿por qué cojones tuve que empezar a ir al gimnasio?, ¿por qué cojones tuve las ganas de cambiar?.

Se vive de puta madre en el pasotismo y la ignorancia, que imbéciles son los que me rodean día tras día de continuo a jornada, la bestia se ha despertado y no perdona. Soy incapaz de perdonar mi objetivo ahora es empezar 2012 en otro trabajo.

Una amiga hace tiempo me dijo que quizá yo asustaba a las "mochuelas" porque se me nota inteligente a leguas, yo creo que soy gilipollas a leguas pero bueno, amiga si lees esto: siento el no poder ir a Plasencia, si me vieras ahora que no lucho como cuando te conocí contra los dolores de mi cuerpo, mi mente es mucho más rápida y agresiva proceso mucha más información y es mejor que no vaya. Si alguien quiere expresarlo así he "subido de nivel" (como en Diablo II).

¿Qué jodida satisfacción tiene el ser una rara avis solitaria porque no te queda más puto remedio?, todavía me río de los que me dicen que puta suerte el ir solo de vacaciones, ¿puta suerte ir solo?.

¿Alguien sabe lo que es sostener sus emociones para no desmoronarse psicológicamente?, porque lo primero que piensas y te viene a la cabeza hasta que te tranquilizas una vez cierras las luces es que estás sólo porque no vales una mierda.

Ves que si ya de por si la vida es un desierto hay gente que se reune por el camino pero el resto huyen de tí. ¿Por qué cojones tienes que ir a reirles las gracias si al final del día tu sólo puedes hablar con una pared blanca o una botella?.

Adeu, hasta la próxima entrada

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